miércoles, 23 de noviembre de 2011

CONTENEDOR

Los contenedores son un producto de la necesidad de contener, llevar, encerrar dentro de sí, reprimir o moderar a otro. Cuando hablamos de contenedor por añadidura se habla de la existencia de un contenido. El uno no ES sin el otro, en el momento en que su existencia es independiente pierden  la relación contenedor – contenido y pasan a ser otro tipo de elementos. Sin embargo, el contenedor mantiene sus características y capacidad de contener mientras permanece sin contenido. Sigue siendo un contenedor en estado vacío, a espera de volver contener. Mientras que el contenido es una parte dinámica, al dejar de ser contenido este puede o no volver a ser contenido, y de ser así tal vez sea contenido de otro contenedor distinto o llegar a ser un contenedor por sí mismo.

Nuestro lenguaje y forma de comunicarnos nos lleva a que lo hueco, vacío, sin contenido, carente, la ausencia y falta de algo lo asociemos con un aspecto negativo. Sin embargo, lo lleno, ocupado, satisfecho, habitado, la abundancia de, el contener dentro y el poseer son asociados con un aspecto positivo. Es cuando llenamos u ocupamos el vacío que puede relacionarse con la perfección o último complemento de algo. Entonces ¿Un contenedor vacío sigue siendo un contenedor? ¿Es requerido que este cumpla su función para que sea llamado contenedor?

Al mirar la naturaleza podemos encontrar contenedores de todo tipo, desde un átomo hasta el mismo universo. Para este análisis se ha tomado como elemento de estudio el útero humano. El estudio de este contenedor en particular nos lleva cuestionar su importancia. Desde el punto de vista de la femineidad, la importancia de la mujer como generadora de vida y el valor de la misma en la sociedad.
 

Las teorías sobre los orígenes de la humanidad se basaban en una estructura matriarcal como la conocida en la cultura más antigua de nuestro país, la Valdivia, donde se daba culto a la fertilidad. Tomando en consideración esta idea, la novela de Doris Lessing, “The Cleft”, nos lleva al origen de la humanidad en la que supone que los primeros habitantes humanos del mundo fueron mujeres con capacidad procrear por si solas gracias a la influencia del mar y la luna. No fue hasta tiempo después en que aparecieron los primeros hombres y las mujeres pierden su capacidad de reproducción asexual. Aparecen las relaciones, mujer – hombre, madre, hija, hijo, hermana, hermano.

Según la “Hipótesis” de Enrique Sierra Santos, la estructura matriarcal se debe al desconocimiento de cómo se genera esta procreación. El hombre no es consciente de su papel en la procreación por lo tanto la mujer es alabada por ello como algo mágico. Además, ella si es capaz de reconocer a sus hijos los que estarán junto a ella hasta ser suficientemente maduros, el hombre no. El hombre solo reconoce a su madre, hermanos/as y tíos/as. En el momento en que se conoce que se requiere macho y hembra para lograr la reproducción, el macho toma su lugar en la familia como padre. Por este mismo conocimiento se reproducen animales para el sustento (ganadería) lo que da como resultado sociedades más sedentarias permitiendo al hombre permanecer más tiempo en vez de salir de caza y se genera el inicio del patriarcado

Así llega a la posición actual de la mujer como hija, madre y esposa y con su máxima expresión en la Virgen María, la imagen inalcanzable de la femineidad la cual ha sido impuesta  por generaciones dando un modelo imposible de lo que la mujer debe ser. La sumisión, entrega y pureza infinita. La capacidad de llevar en el vientre un hijo siendo virgen, que además es de Dios.
Todo lo implícito a la mujer se puede reducir al útero, la matriz, el origen de vida, el principio,  a este órgano hueco que tan solo es llenado y ocupado en el momento de concebir. Es un contenedor natural que se ve satisfecho en el momento que cumple su función llevar dentro de sí una vida. La naturaleza trabaja a través de hormonas como la oxitocina que se relaciona con los patrones sexuales y la conducta maternal. El cuerpo busca naturalmente cumplir su función procreadora y propagadora. Se puede decir que es un instinto primitivo para la supervivencia de la especie tan efectivo que por eso el problema de sobrepoblación al que el mundo se enfrenta en la actualidad.


IMPLOSION
Durante el embarazo tanto contenedor – en este caso el útero – como el contenido – cigoto, embrión, feto – son entes dinámicos. Ambos cambian de manera relacionada. A medida que pasa el tiempo el cigoto se multiplica hasta ser un embrión, luego de la diferenciación celular y el principio del funcionamiento de algunos de los órganos más vitales como el corazón se convierte en feto, este continúa un periodo de definición y desarrollo hasta el momento de su nacimiento. Es a través del tiempo que estos cambios se dan y en diferentes velocidades.



Al crear una tabla de  crecimiento y comparar la velocidad de crecimiento en longitud y peso del feto se puede ver que en longitud las velocidades son mayores al principio del embarazo mientras que en el peso las velocidades son mayores al final del embarazo. Mientras tanto el útero va haciendo espacio para el contenido en crecimiento hasta el máximo de su capacidad. Son procesos complementarios que se dan en un tiempo y espacio determinado. Al hacer estas relaciones se puede sugerir que estos cambios son eventos contenidos en un espacio – tiempo. Entonces llegamos a hablar de una dimensión y relación distinta de contenedor-contenido distinta al estudio realizado.


El color rojo muestra la proporción de crecimiento en cuanto al mes anterior y el color negro muestra la proporción de la longitud o peso anterior del mes anterior ante el actual.

Si recordamos en el libro de Hawking “A brief history of time”, nada en el universo es estático, todo es dinámico, y todo existe en relación a otro. Nosotros nos movemos en torno a una calle, mientras el planeta gira en torno a su eje y en torno al sol, dentro de la Vía Láctea que a su vez se está alejando de las otras galaxias en un universo en expansión, dentro de ciclos ordenados que intentamos predecir. Posicionamos los eventos en cuatro dimensiones, altitud, latitud, longitud (espacio) y segundos (tiempo). 

Con la teoría general de la relatividad espacio y tiempo ahora son cantidades dinámicas: cuando un cuerpo se mueve, o fuerzas actúan, afectan la curvatura del espacio tiempo y así mismo la estructura espacio tiempo afecta la forma en que cuerpos se mueven y fuerzas actúan. Espacio y tiempo no solo afectan sino que también son afectados por todo lo que pasa en el universo.

 

En el libro “La arqueoastronomía en la investigación de las culturas andinas”  Ziolkowski explica que el vínculo de religión y astronomía que se dio entre Incas, Mayas y Aztecas:

Todos los procesos de la Tierra son engendrados y regulados por una continua interacción de los procesos rítmicos de las fuerzas celestiales. La estructura de esos procesos está representada por el movimiento de los astros sobre el firmamento celeste, sobre todo el movimiento del Sol, de la Luna, y de los planetas a través de las constelaciones, y en referencia a los puntos cardinales (o partes del mundo). Todo esto constituye la representación de la creativa y regulativa función de los cosmoramas estables sobre los socio y biorritmos terrestres.





En conclusión el contenedor de todo cambio, evolución, existencia en este planeta y en el universo está dado dentro del gran contenedor del espacio – tiempo. Para definir o estudiar algo requerimos responder este esencial de cuál es el espacio tiempo en el que se contiene el evento de interés. Volviendo a los orígenes, en el libro “La arqueoastronomía en la investigación de las culturas andinas”  Ziolkowski dice: 

La importancia de la ideología se desprende del hecho que ella proporciona la respuesta a dos preguntas – necesidades, que son las únicas que el género humanos no comparte con el mundo animal (consideradas como las características exclusivas del Homo Sapiens). Estas dos preguntas – necesidades son:
  • La de tener un modelo generalizado del Universo, con la determinación de la posición y función del hombre dentro de él;
  •  La segunda, que viene a ser una resultante de la primera, se puede resumir como: “la explicación del sentido de la vida individual”.  

Esto quizás nos lleve a entender el proceso de trabajo que se ha llevado a cabo, iniciando desde el útero con el desarrollo del principio de la vida humana hasta un espacio – tiempo relativo al funcionamiento del ser humano en el universo. ¿No es el arquitecto un gestor en la humanización del espacio para que este pueda ser habitado? ¿Cómo no interesarnos en las fuerzas que afectan nuestro existir y el de las demás especies?

Una de las características de las creencias de las religiones astro-biologicas que describe Ziolkowski dice:

La realidad circundante es considerada como continuamente variable, viva, personificada y deificada, sujeta a cíclicas y periódicas transformaciones. Por lo tanto, dentro de esta concepción, cualquier “ser” percibido no es más que “el corte temporal” de un proceso cíclico.
 

¿Cuál es el último complemento como contenedor del ser humano? ¿El espacio que habitamos está hecho para nosotros o nosotros para el espacio? ¿Cuándo diseñamos un espacio lo hacemos para que nos contenga o para que nosotros lo contengamos a él?

Bibliografía:
Lambert, Judith T. The Virgin Mary: A Mother Goddess for Our Times
Lessing, Doris (2007) The Cleft, Fourth Estate
Loffredo, Yela (2006) Venus Valdivia y la Herencia de su Estirpe, Guayaquil, ESPOL.
Hawking, Stephen W. (1996) A brief history of time, Transworld
Sierra, Enrique (2009) Hipotesis, España, Cultiva Comunicacion SL 
Ziolkowski, Mariusz (1992) La arqueoastronomia en la investigación de las culturas andinas, Quito, Ediciones del Banco Central del Ecuador
Animación Embarazo. Consultado en http://www.saluddealtura.com/?id=669
Oxitocina. Consultado en http://es.wikipedia.org/wiki/Oxitocina,

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